"Son insectos alargados que pueden verse a simple vista, de color grisáceo, sin alas, ni vuelan ni saltan. La infestación es por contacto cabeza-cabeza e intercambio de gorros, peines..."
Hola de nuevo!
Hoy quiero hablaros de un tema que sin ser perjudicial para la salud, nos angustia bastante y en muchas ocasiones no sabemos como actuar. Los temidos piojos.
A veces nos enteramos por las circulares del colegio y otras porque el niño nos dice "me pica la cabeza". Los piojos, solo ocasionan picor, pero debido a que son tan contagiosos, generan mucha alarma social.
Son parásitos que anidan en el pelo de cualquier persona pero en mayor medida de niños en edad escolar. Su contagio no tiene relación con los malos hábitos de higiene, en contra de lo que siempre se ha pensado. Son insectos alargados que pueden verse a simple vista, de color grisáceo, sin alas, ni vuelan ni saltan. La infestación es por contacto cabeza-cabeza e intercambio de gorros, peines...
Los piojos hembras, ponen los huevos o liendres sobre todo detrás de las orejas y nuca. Son de color blanquecino, muy parecido a la caspa, pero se desprenden con mayor dificultad porque se adhieren a la raíz del pelo a través de una especie de resina o silicona. Su incubación es de 7 días. El rascado constante del niño es uno de los signos que nos alertan. Lo primero que tenemos que hacer es observar mojando el pelo del niño para que el piojo se mueva con mayor dificultad.
Separamos el pelo mechón a mechón haciendo hincapié en la nuca y detrás de orejas con la ayuda de una lendrera, que es un peine con las púas muy juntas que nos ayudará a desprender las liendres.
Si vemos algún piojo o liendre, tenemos que usar un producto pediculicida, no basta con lavar o cortar el pelo. Existen muchos en el mercado: lociones, sprays, champús..., vuestro farmacéutico os aconsejara el más indicado para vuestro niño. Tenemos que extremar la higiene, lavando la ropa de cama y prendas de vestir a más de 60 grados. Lo que no sea lavable como sofás o algunos peluches, los aspiraremos.
Si hay alto riesgo de contagio se puede usar un repelente. No usar tratamientos pediculicidas como preventivos porque no tienen efecto ninguno. Es importante no llevar a los niños al colegio hasta estar seguros de que están desparasitados, y aconsejable repetir el tratamiento una semana después por si ha quedado alguna liendre viva.
Si se os da el caso, armaros de mucha paciencia.
Hasta pronto, y si teneis alguna duda, ya sabéis, dejadme vuestros comentarios os responderé con mucho gusto.